Mi cuerpo es un planeta
Y en mi pecho
Hay todo un mar.
Ayer por la mañana
Un sentimiento sombrío
Me galopó por dentro,
Parecía el retozo
De tritones y nereidas.
Era como estampidas
De caballos de Neptuno
El dios del mar.
Viví una ola enardecida
Estrellándose en las rocas,
Yendo en todas direcciones
Y mi pecho
Casi estuvo al estallar.
Eso hizo que mi mundo
Frenético temblase.
Todos tus ríos
Se habían curvado
Y tus miradas desviadas
Habían cambiado el curso.
Ya no iban a parar
A mi mar.
Como bocanada de aire
Te busqué
Al costado de mi almohada
Y encontré la nada
En tu lugar.