Al borde del acantilado
El pelícano adornaba las olas
Con su calmo aletear
Y en mi pecho
Hecho un abismo
Sentí el bordado divino
De un placer sideral.
Fue la flama de tu mirada
La inflamable,
La subyugadora,
Acariciante de mis olas,
La desbordante de mi mar.
Y tu compañía
Que transmutó
El nácar de mis conchas
Haciéndome sentir
Blando por dentro,
Mientras al borde
Del acantilado
El pelícano adornaba las olas
Con su calmo aletear
Y en mi pecho
Hecho un abismo
Sentí el bordado divino
De un placer sideral.