Me despreciaste
Cual si fuese una insignificante
Semilla de mostaza,
Pero confiado en mi esperanza
Me sembré en tierra fértil
De ilusiones y fantasías
Y ya ves, llegó el día
En que mis reverdecidas ramas
Alcanzan el azul del cielo.
Hoy celebro el dichoso día
En que para ti fui escoria
Aquí, hoy y ahora
Se escribe una nueva historia
En la que no tienes cabida.