Lo único
Que me salva
Es que vengas
En tu nube
Imponente
Y gris plateada,
Con tu ramita
De olivos,
Tu nimbo
De laureles,
Y tu curvilínea boca
Sensual
Y apasionada.
Y que unjas
Con tu lengua
De arcángel errante,
Esta taiga siberiana
En la que se ha convertido
Mi alma desasosegada.
Que dejes galopar
Tus manos salvajes
En las praderas
De yerbas marinas
Y algas palustres
De mi cama.
Sin fingir.
Sin demostrar.
Sin desconfiar.
Solo ir deslizándonos
Progresivamente
Como si fuésemos
Patinadores
Sobre el gélido
Lago Baikal.