Me he perdido en los mares del agobio
Surcando el destino al atolón de tu ombligo
Y he reducido las palpitaciones de mi corazoncito
A apenas dos o tres por cada siglo,
Uno nunca sabe cuántos nudos
Le costará hacer en alta mar
Antes de poder hallar
El baúl de perlas.
Quiero el batiscafo de Jacques Cousteau,
Hacer el viaje imposible de Simbad
Y sortear invicto y vencedor
Los extravagantes peces de Jonás.
Mañana, después del cénit de la primavera
Cuando las olas plateadas te arrojen
A mi borde, a mi orilla, a mi vera
Y escuchemos la bandada multiforme de aves
Espantarse a causa del latido de nuestros pechos
Sabré que habremos hecho
La correcta ruta en la nave
Del delirio.