Sucumbí a la radiación
Del magnetismo de tu persona.
Fui como un árbol esperando
A que el fuego me abrazara
Y me abrasara.
Ahora me propongo
Que cuando acabes de recorrer
El circuito sideral de tus espejos,
Te fijes en mí.
Haré sonar los cascabeles
Que te hagan mover
A un nuevo sol y una nueva estrella.
Me siento como una nube
Desventrada en plena primavera,
Un bosque completamente seco
Y a punto de ser desarraigado.
Yo sucumbí a la radiación
Del magnetismo de tu persona.
Por eso he de sonar
Las campanitas que te harán mirar
Mi pecho de hombre y notes
Las sombras repujadas
En la superficie somera de mi alma
Y que comprendas que llevan
Como marca de fábrica tu nombre.