Yo era apenas
Un movimiento
Rectilíneo
Uniforme
Bastante sórdido
Aburrido,
Plomizo, gris
Hasta que
El movimiento
Ondulatorio
De las sinuosas
Curvas
De tu boca
Me hicieron
Precipitar.
Estrellé mis nubecitas
En las montañas
Más altas
De tu cordillera
Y entonces allí
Se empezó a recrear
Esto que hoy llamamos
Comúnmente bienestar.
Salí de la inercia
Inquietante, mórbida,
Flácida, laxa, fofa,
Interrumpiendo las rutinas
Fatales y azarosas.
Tu paisaje tropical
Estalló ante mis pupilas
Revelándome como al profeta
Las sinuosidades de tus labios,
Las curvas delicadas de tu boca.