Hoy me hiciste damnificado
Y me tuve que retirar,
Levantando blancas banderas,
A mis caracolas ocultas,
Enroscarme hacia dentro.
El cielo dobló sus puertas,
En torno a mis goznes.
Se deshicieron en lo íntimo
Mis hilos.
Mi ilusión está desierta.
Cuando floreciste esta mañana
Y te diste vuelta en la cama
Mi alma quedó como muerta.
Porque había esperado
A la sombra de tus alas,
Atendiendo a tus trinos
Anhelando la validación
De tu mirada.