Si pudiera rascarme
Esa sensación
De desesperada ansiedad
Que me cubre como costra
Como si fuese un pericarpio imbricado
La parte externa de mi corazón.
Si pudiera atrapar
Esas maripositas que revolotean
En el transecto lineal
De mi estómago a mi lengua.
Si tuviera
La fuerza suficiente
Para agitar mi brazo derecho
Y arrojar como David
La piedra envuelta entre la honda
Para golpear el gigantesco Goliat
De la timidez que me asusta.
Si pudiera decirte
Cuánto me gustas,
Este cielo se despejaría
Y las nubes ahora grises
Resplandecerían en prístinos
Blancos y azules,
Se convertiría el témpano
De mi lengua
En un río cristalino
Arrastrando consigo el placer.