2018.11.01 4175 Como quien cruza omnipotente el río Rubicón

Así inició la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.

Y nos fuimos invictos y vencedores,
como quien traspasa omnipotente el río Rubicón.

Hasta que vuelvas triunfante
en tu nimbo plateado
y al toque de tus trompetas
yo sucumba
nueva vez a tu candor.

Así terminó la hora del placer,
envueltos en la aurora placentera,
en la mágica aura,
en la cómoda magia del querer.

Y nos volvimos invictos y vencedores,
como quien cruza omnipotente el río Rubicón.