Lo ideal es que mientras el tiempo pasa
Yo vaya abandonando,
Como si fuese un cotiledón caedizo,
Esa pasión por ti,
Que va resecando mis huesos
Hasta dejarlos vacíos
Como los huesos mismos
Del valle de Armagedón.
Lo ideal es que mi corazón
Vaya soltando las piezas
Que vendan mis carnes,
Los resquicios de deseo hacia ti,
Las sirenas que me invocan
En ese recoveco del Rhin.
Lo ideal es que mi aura
Se purifique de tus toxinas,
Que reverdezca en mi pecho mi vara de Aarón,
Y que sirvan como vela al viento mis alas henchidas.
Pero a posteriori observo
Que mientras el tiempo pasa
Persiste la apoteosis
De pasión en mis adentros,
Insensatamente continúo a aferrarme
Al rompecabezas de tu pecho,
Se me vuelve la razón una maraña
Que hace surcos en la superficie de mi lecho.