Que se abre y se cierra
A voluntad.
Aunque nuestro salto sea
Tan audaz
Como los olímpicos acróbatas
De la antigua Grecia,
Tengo la certeza
De que no lo vamos a lograr.
Puedo acceder
A que hagas erizar
En mi tranquilo océano las olas,
Puedo acceder
A que hagas encrespar
En mis tuétanos la clorofila.
Puedo acceder
A que hagas florecer
En mi cuerpo tus corolas,
Sin embargo dejar caer
Mi cotiledón caedizo,
Hoy no, amor mío, hoy no
Sólo dejaré que tus delicadas plumas
Cosquilleen el sensible nervio de mi ser.
Porque la felicidad es una puerta
Que se abre y se cierra
A voluntad
Pero la llave que me abre
Y me cierra
Está guardada en mi hogar.