Los cielos rojos
Empezaron a cubrir
La bóveda celeste.
En mi vida
Era el atardecer
Y yo iba al occidente,
Al ocaso, decadente,
Con la caja de ilusión
Atada a mi pecho
Atravesada en mi frente
Como el mítico urim y tumim.
Yo soñé con la felicidad,
Recostar mis penas en tu pecho
Vaciar el baúl de mis ansiedades
Sobre el fuego de tu sexo.
Mientras los cielos
Iban hacia la noche
Yo iba atrapado
Por los cuatro costados
De mis sueños.